Al  momento de elegir envases, es muy importante tener en cuenta la forma y la capacidad de los contenedores. Pero no es lo único: hay que saber elegir la tapa adecuada para cada producto. Se trata de uno de los aspectos críticos. Su funcionamiento determinará el grado de satisfacción del usuario y, muy especialmente, garantizará la fluidez en la cadena de envasado y comercialización.

¿Qué hay que mirar cuando se elige una tapa? Como primer paso, siempre decimos que es necesario elegir la tapa en función del producto que se quiera envasar. Si se trata de líquidos o húmedos es recomendable usar tapas con cierre a rosca. En cambio, si lo que se fracciona es sólido,  puede utilizarse tapa a presión o ambas, en forma indistinta.

Las salsas o aderezos, desde ya, necesitan una tapa con pico vertedor, mientras que las especias, recomendamos envasarlas en nuestro envase especiero con tapa flip top que permite dosificar el producto.

Una mala elección de tapa puede generar pérdidas, roturas, atrasos en el envasado y una cadena de molestias e incomodidades que no colaboran en la experiencia del fraccionador y del consumidor final.

La tapa garantiza la seguridad del producto

Otro de los aspectos importantes que se desprenden de la elección de la tapa, está relacionado con la seguridad.  Por un lado, es necesario transmitir al consumidor final  la tranquilidad de que el envase no fue abierto hasta el momento en que llegó a sus manos. Por otro lado, hay que cuidar la seguridad del producto: no sólo evitar derrames sino también -dependiendo el caso- impedir que el contenido entre en contacto con el aire, garantizando la hermeticidad total del envase.

En Silplast tenemos varias opciones para garantizar la inviolabilidad del envase.

Tapa a presión con precinto incorporado: tanto en la línea PET como en la línea PVC Cristal, esta tapa tiene un sistema llamado “cierra fácil” que permite la colocación rápida y sin esfuerzo. Al momento de tapar los envases queda colocado un precinto de seguridad que puede retirarse sin dificultad por parte del consumidor final.

Tapa a rosca con precinto incorporado: en el caso de la línea PET, esta tapa permite en un sólo movimiento colocar tapa y precinto de seguridad. El precinto se corta cuando el consumidor hace girar la tapa. Una vez desprendido puede consumir el producto sin dificultad. 

Tapa a rosca línea PVC Cristal: en este caso, recomendamos la colocación de una faja termocontraible que cubre el canto de la tapa. Para abrir el envase  será necesario romper esa faja. También, existe la opción del precinto de papel, algo que puede lograrse en el diseño de la etiqueta. Hay opciones muy creativas que contemplan que la etiqueta quede sujeta a la tapa por una lengüeta de papel que se corta al girar la tapa, marcando así la inviolabilidad del envase.

En cuanto a seguridad del producto, en Silplast ofrecemos la posibilidad de colocar liners de polietileno expandido o sellado por inducción que garantizan la hermeticidad.

Esto es especialmente aconsejable en la línea PVC Cristal ya que en la línea PET la hermandad entre el cuerpo del envase y la tapa es absoluta. 

Es de destacar que el sellado por inducción cumple una doble función: además de brindar hermeticidad funciona como control de inviolabilidad del envase.

En síntesis, es fundamental no elegir sólo por el presupuesto sino también darle lugar a la posibilidad de optimizar procesos y garantizar experiencias positivas en torno al uso del envase.

¿Tenés dudas sobre la tapa que se adecúa mejor a tu producto? Escribinos, podemos asesorarte.

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